ALDEA DEL FRESNO:
No hay restos arqueológicos que permitan determinar asentamientos anteriores al siglo XII, ni que su fundación sea de origen árabe. Los primeros documentos que mencionan población asentada, son los que se refieren, a comienzos del siglo XIII, a la aldea de Villanueva de Toraza, en la Dehesa de El Rincón, este asentamiento sería el primer núcleo de población antes de la existencia de Aldea del Fresno, de él queda como prueba de su existencia las ruinas de la ermita mudéjar de San Polo, esta villa fue vendida por Alfonso VII a la ciudad de Segovia en 1208.
Posteriormente los segovianos trazaron distintas cañadas y descansaderos para sus rebaños, una de estas cañadas pasaba junto a la ribera del río Perales y tenía un descansadero donde hoy se encuentra la ermita. Unos pastores construyeron las primeras casas, en torno a un fresno, cerca de donde el río Perales se encuentra con el Alberche, de este asentamiento nació el pueblo de Aldea del Fresno.
Durante los siglos siguiente Aldea pasa de pertenecer a Segovia a la vicaría de Toledo perteneciendo al partido de Casarrubios del monte. En 1883 pasa a pertenecer al partido de Navalcarnero.
Uno de los aspectos más importantes de la historia socio-económica de este municipio es el proceso de desamortización realizado en la segunda mitad del siglo XIX, según la Ley de Mendizábal, por el que fueron subastados bienes de propios, del clero y de la corona en todo el territorio nacional. Fue con diferencia sobre los demás municipios del sureste madrileño, el más afectado de todos, con una superficie subastada equivalente casi al 96% de la superficie del término.
Desde 1990 Aldea irá creciendo, lentamente, en número de habitantes. El plano de 1953 presenta los cambios con respecto a 1869, configurándose ya la Aldea actual. Será en la segunda mitad del siglo XX cuándo Aldea alcanzará su máximo apogeo, tanto en la construcción, como en el auge turístico.
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